Planta perenne que florece de febrero a mayo en sotobosques de abedules, robles y hayas, desde el nivel del mar hasta los 2000 m. Crece de un rizoma cilíndrico horizontal de color pardo. La flor es de color blanco o rosado y las hojas son palmatisectas.
Aunque se ha utilizado con fines medicinales, es una planta tóxica tanto en su uso externo como interno. Aplicado su jugo sobre la piel, produce desde un simple picor, en dosis bajas, a ampollas e incluso la necrosis de los tejidos. La intoxicación por vía oral produce vómitos, diarreas, confusión mental, entumecimiento, hipotensión, calambres, parada cardiorespiratoria y muerte.
Aunque fue utilizada por los antiguos romanos para evitar la fiebre, otras culturas la consideraban como un símbolo de malos presagios. Así, en Egipto simbolizaba la enfermedad y, en China, la muerte.
(Fotografía tomada en el camino a Vegabaxu, Caso)
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