De origen prerrománico, sólo se conserva del templo original la lápida del presbiterio y la celosía del muro de la epístola. En el interior, un arco de triunfo de piedra y la cabecera, cubierta por bóveda de arista, son los elementos más destacados.
Especial atención merecen las jambas de la puerta principal, decoradas con relieves tallados con figuras geométricas, representando motivos de tradición popular como: el nudo de salomón, círculos, discos solares, etc…, destacando entre ellos, en la zona inferior, la presencia de cenefas de borde recortado inscritas de forma acorazonada, motivo ya empleado en el prerrománico asturiano.
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