En la portada principal de la capilla del cementerio de Nava, erigida en 1888, se conservan dos ventanas de algún templo altomedieval de la zona; posiblemente de la iglesia conventual de San Bartolomé, templo románico cuya construcción puede remontarse al siglo XIII, y que fue destruido durante la guerra civil.
Bajo la ventana también se puede ver una pieza, también románica, que representa una cabeza de animal que sostiene entre sus fauces a un cerdo. Y sobre las columnas del portón de entrada al cementerio se encuentran colocados sendos leones de rostros humanizados que representan a un sol y a una luna.
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