El palacio de Miraflores lo mandó construir en 1567 Don Gabriel de Lorenzana, según la inscripción que se observa en el escudo de la fachada principal. Sigue un estilo clásico de influencias herrerianas en el que predomina la simetría en cada una de las fachadas.
La edificación se organiza en torno a un patio central de planta cuadrada y capilla adosada. El patio, porticado, tiene 12 columnas clásicas que sujetan los dos pisos superiores, uniéndose con el primer piso mediante una escalera monumental.
En el lado oeste, la fachada cuenta con un balcón con balaustrada de piedra, y en esta misma zona hay una panera de 6 pegollos. La finca cuenta, asimismo, con una torre-palomar circular.
La capilla del palacio, de 1760, está bajo la advocación de San Joaquín y Santa Ana. Es de planta cuadrada con una puerta enmarcada por molduras. La fachada principal está rematada por un campanario, bajo el que se puede ver dos vanos de tipo saetera invertida y una hornacina terminada en concha venera.
El palacio estuvo vinculado a las familias Argüelles, Pola o Navia. Otras personalidades relacionadas con el palacio fueron Vicente Acevedo Pola y su esposa Josefa María Pola Navia “La Mariscala”, así como el economista y político asturiano Álvaro Flórez Estrada.
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