De la iglesia románica de Santa María de Logrezana tan sólo se conservan la portada occidental y una ventana. La actual iglesia es un templo de nave única y testero recto, resultado de una reforma en el siglo XVI. Además, en los últimos años se ha añadido un gran pórtico esculpido por el propio párroco.
Aunque fue la ventana del ábside, actualmente está situada en el muro sur de la nave, a la derecha del contrafuerte.
La portada tiene dos arquivoltas protegidas por guardapolvo ajedrezado. Sólo la arquivolta exterior se apoya sobre columnas, mientras que la interior descansa directamente sobre las jambas. Se decora de forma sencilla con ajedrezado, zigzags, molduras aboceladas y capiteles de motivos vegetales.
Los capiteles se decoraron con motivos vegetales de pequeñas hojas lanceoladas de marcados nervios y gruesos tallos rematados en volutas.
La ventana está formada por un arco de medio punto con guardapolvo y apoyado sobre columnas. La rosca está decorada con una banda de zigzags y una moldura abocelada en arista.
El guardapolvo y la imposta izquierda se decoran con una doble hilera de semicírculos, mientras que la imposta derecha muestra una decoración vegetal.
El capitel izquierdo muestra figuras serpentiformes unidas por sus extremidades.
El derecho presenta decoración vegetal formada por tres grandes hojas rematadas en apomado (la central) y volutas espirales (las laterales).
La primera referencia documental sobre Santa María de Logrezana aparece en el Libro de los Testamentos de la catedral de Oviedo. Según este documento, entre las donaciones efectuadas por el rey Ordoño I en el año 857 a la iglesia de San Salvador de Oviedo, figura el monasterio de Santa María de Logrenzana.
Aunque la iglesia ha sido muy reformada, los elementos que aún se conservan permiten fechar su construcción hacia finales del siglo XII.
(Está situado en Logrezana, en el barrio de Posada, concejo de Carreño). El nombre del lugar parece derivar del nombre Lucretius.
El cura de Llorgozana
tien cara de primavera,
cuando sube al altar
hasta la Virgen se alegra.
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