El Monasterio de Santa María de Villamayor constaba de una nave única y cabecera semicircular precedida de un tramo recto.
Capiteles del arco de triunfo.
El interior del ábside cuenta con una arquería ciega compuesta por ocho arquillos de medio punto.
Marcas de cantero.
Esta piedra se encontró entre los muros del monasterio, por lo que el año 1003 es considerado la fecha de su fundación.
Ventana del ábside.
Los arquillos del interior del ábside están envueltos por guardapolvo de billetes y descansan sobre columnillas lisas con capiteles troncopiramidales decorados con motivos zoomorfos, vegetales y cabezas engoladas.
Las cabezas engoladas o gloutons parecen devorar el capitel.
La portada está resguardada por un tejaroz con cornisa y canecillos. Se compone de un arco de medio punto coon tres arquivoltas lisas y guardapolvo de billete.
La despedida del caballero.
Representa los ideales caballerescos y del amor cortés.
El alero del ábside está decorado con metopas y canecillos.
Aunque fue fundado con anterioridad, el primero documento conservado que hace referencia al Monasterio de Santa María de Villamayor es de 1231, apareciendo como un cenobio femenino de monjas benedictinas, al frente del cual había una abadesa. En 1377, el obispo de Oviedo destituyó a la abadesa y distribuyó la congregación en otros monasterios, acusadas de "descuido de la regla de santidad y pureza".
El monasterio es anexionado al de San Pelayo en el siglo XVI, empezando su deterioro; pero no es hasta el siglo XIX, tras la invasión francesa, cuando se hunde la bóveda de la nave, siendo destruida en 1910 para construir una escuela adosada al ábside.
Actualmente sólo se conserva la cabecera, el tramo de arranque de la nave y la fachada meridional.
Lo que queda de lo que fuera en su momento el monasterio de Santa María de Villamayor se localiza en la población de Villamayor, concejo de Piloña.
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