San Miguel de Bárcena del Monasterio

 Del monasterio de Bárcena sólo queda la iglesia, cuya fábrica actual es del siglo XIII.

 Ventana prerrománica.

Ajimezada, monolítica y con dos arquillos de herradura, se puede datar a comienzos del siglo X.

 Portada sur.

Se trata de un arco ligeramente apuntado que se apoya sobre impostas de listel horizontal y de posible origen prerrománico. El guardapolvo combina motivos de frutos y puntas de diamante.

 El capitel derecho se decora con motivos de bolas y espirales, mientras que el izquierdo lo hace con rombos y frutos.

 Lauda sepulcral prerrománica perteneciente a doña Aragonti, madre del conde Piniolo.

 La iglesia sigue el esquema benedictino de una nave de gran anchura y cabecera tripartita de ábsides semicirculares escalonados.

El presbiterio cubre su tramo recto con bóveda de cañón, y el tramo circular con bóveda de horno.

 Tetramorfo del ábside central.

 Arco de triunfo.

Los capiteles presentan motivos decorativos vegetales.

 Ábsides laterales 

Se cubren con pequeñas bóvedas de horno y sus muros se abren con sendas saeteras, aunque el de la izquierda está modificado.

Dentro del ábside derecho se conservan restos de pintura, que permite ver la figura de un Crucificado.

 Las columnas sobre las que se apoyan los arcos de medio punto de los ábsides laterales, están cortadas.

 Estas pinturas son posteriores a la fábrica medieval, probablemente del siglo XVI.

 Portada norte.

Se conoce como "puerta de los vaqueiros", llamada así porque era la única puerta por la se permitía entrar a los vaqueiros de alzada.

Actualmente está tapiada.

 Portada occidental.

Está en muy mal estado de conservación.

 Sólo los capiteles de la derecha están decorados con motivos vegetales esquemáticos.

 Vista exterior de la "puerta de los vaqueiros".

Tiene una arquivolta ornamentada con lóbulos abiertos, motivo decorativo de origen cordobés.

El origen del cenobio de San Miguel de Bárcena se remonta al primer tercio del siglo X, como monasterio familiar de Fruela Velaz y Totilde, su mujer, que recibieron como herencia, sucesivamente, de Alfonso II, Fruela II y Alfonso Froilaz, y que pasaría en estado de ruina a Fruela Velaz en el año 922. El conde Velaz y su hijo Vermudo reconstruyeron la iglesia y erigieron el monasterio, que fue destinado a una comunidad de monjas sanctimoniales.
En el siglo XI recibe las primeras donaciones, sale del régimen de herederos y se sustituye la comunidad de monjas por una de monjes, sin que se conozca la causa.
En el siglo XII, el conde Pedro Peláez promueve, en nombre de Alfonso VI, promueve un pleito contra el monasterio en el que reclama a Bárcena los poderes que sobre el coto le había conceido Alfonso V. Pero al salir en defensa de Bárcena el abad de Corias, el pleito llegó a la curia de León, quien dictó una sentencia favorable al monasterio de Bárcena, habitado ya por monjes benedictinos provenientes del monasterio de Corias.

(Bárcena del Monasterio es lugar y parroquia del concejo de Tineo.)