Palacio de Villanueva

 Realizado en mampostería y sillar, la planta y el alzado siguen los esquemas clasicistas de otros palacios de la zona central de Asturias. Tiene planta rectangular repartída en tres crujías en torno a un patio interior de dos pisos, el inferior con cuatro columnas toscanas y el superior con corredores de madera. En el interior sólo se conservan los tres muros que cierran el patio y el ala correspondiente a la fachada. El cuerpo principal está ocuapado por un gran salon y una escalera de piedra.

 La fachada, de estilo barroco, se compone de dos torres adelantadas en planta y un cuerpo central en dos alturas: en la baja se abre la puerta adintelada y dos sateras a ambos lados; y en el superior tres balcones. 

Las torres laterales se dividen en cuatro alturas separados por líneas de imposta. Los vanos se abren mediante balcones enrasados, menos en la planta baja, donde se colocan rejas.

La única ornamentación de la fachada son las orejas planas que enmarcan los escudos de los Valdés, los Bernaldo de Quirós y los Navia-Osorio.

 Lateral de la capilla, con la sacristía adosada y el contrafuerte.

 Interior de la capilla, con el altar de fábrica y la puerta de la sacristía.

 Cuenta con dos ventanas hacia el exterior y otra hacia la planta baja de la torre, y sobre ella un hueco que comunicaba el interior del palacio con el coro.

 Vista posterior del palacio.

Situado en la aldea de Villanueva, concejo de Llanera, y conocido en su momento como Las Torres Nuevas, fue construido por una de las ramas de la familia Valdés, la constituida por María Alonso de Quirós y Andrés Diaz de Villanueva, creadores del mayorazgo de Villanueva. A principios del siglo XVIII, el palacio pue remodelado por uno de sus nietos, Alvaro de Valdés Quirós y Navia Osorio.

En la actualidad pertenece a la familia del conde de Revillagigedo.

Fue declarado Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento, en 1995.