Mirador de la reina
Acueducto (S.XVI-XVIII)
El agua se transportaba a través de un canal abierto sobre un muro de mampostería, que probablemente en su origen estaba cubierto
"Cocina de la reina" (S. XIII-XIV)
Conocida como cocina de la reina, pudo tener diferentes usos monásticos a lo largo del tiempo
Comunica la cocina de la reina con el oratorio del abad
Tímpano de la puerta lateral de entrada al oratorio del abad
Representa a la Virgen muerta rodeada de los apóstoles, enmarcado por una arquivolta con cinco ángeles músicos
Bóveda de la sala del oratorio
Sala capitular (S. XVI)
Se trata de una estancia cuadrangular dividido por cuatro columnas con capiteles decorados y con cubierta abovedada
Los capiteles de la sala capitular son vegetales, a excepción de uno con animales fantásticos
Panteón de abades (S. XIII)
Entrada de agua (S. XVI)
Pasaje (izda.) y locutorio (dcha.)
El pasaje era el pasillo que comunicaba el claustro de oración con la huerta.
El locutorio era el lugar donde el prior repartía el trabajo diario a la comunidad. Era el único lugar del monasterio donde se podía hablar
Desde el claustro reglar se se accede al llamado Palacio Real por medio de una escalera construida en el siglo XVI. Se cree que esas estancias fueron residencia de la infanta Doña Sancha, aunque no se ha podido confirmar
Claustro reglar
En torno al que se distribuyen las distintas dependencias monacales
Ruinas del claustro de la hospedería (S. XVII)
El primitivo templo románico tenía tres naves y triple cabecera absidial. Fue demolido casi en su totalidad a finales del siglo XVIII para construir una nueva iglesia de estilo neoclásico y de una sola nave
El templo actual es una construcción del siglo XVIII, de estética neoclásica, con una sola nave con crucero y cabecera semicircular
De época románica son las dos estatuas-columna tardorrománicas que retratarían a Alfonso VII y al abad Florencio. Sostienen un tímpano semicircular con el Pantocrátor, rodeado de los símbolos del tetramorfos
Capilla funeraria de los García Rodríguez de Valcárcel, de estilo gótico
El monasterio de Santa María de Carracedo fue fundado por el siglo X, bajo la advocación de San Salvador, por el rey Bermudo II para acoger a los monjes benedictinos que huían de las aceifas musulmanas y también como panteón real. Sin embargo, en el año 997 fue prácticamente destruido por Almanzor, lo que impidió que pudiese acoger los restos de Bermudo II tras su muerte en el año 999.
Ya en 1138, la infanta Doña Sancha, hermana de Alfonso VII, restauró el monasterio y lo cedió a los monjes y al abad Florencio, del cercano monasterio benedictino de San María de Valverde. El cenobio fue ganando importancia con privilegios y donaciones reales, pasando a pertenecer a la orden del císter que dependía de la abadía francesa de Cîteaux. Asimismo cambió su advocación por la de Santa María.
En 1505 se adhiere a la Congregación de Castilla, que perseguía la vuelta de los monasterios al cumplimiento de la primitiva regla del císter (ascetismo, rigor litúrgico y trabajo manual)
A principios del S.XIX se empiezan unas obras de ampliación que quedaron paradas debido a la Guerra de la Independencia. En 1835 fue desamortizado, entrando en una etapa de abandono y saqueo.
En los años 60-70 del S. XX, el arquitecto Luis Menéndez Pidal inició la primera restauración del edificio, y en los años 80 del mismo siglo, la Diputación Provincial de León inicia la consolidación y restauración de las partes del edificio que aún seguían en pie.
En 1929 fue declarado Monumento Histórico-Artístico.
Este monasterio se localiza en Carracedo del Monasterio, localidad del municipio leonés de Carracedelo, en la comarca del Bierzo.
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