Cruz hecha con piedras incrustadas en la fachada de una cuadra de Fresnaza (Ayer)
Cruz del calvario de tosca factura en el dintel de una puerta en Aciera (Quirós)
Cruz patada en el dintel y griega en la puerta, en Arenas (Cabrales)
La cruz del dintel está rodeada de una letanía "AVE MA PURÍSIMA SIN PECADO CONCEVIDA"
Izquierda, con cruz griega (Museo del Pueblo de Asturias, Gijón); derecha, con cruz latina en Brañafría (Caso)
Faes (Siero)
Murias (Ayer)
Cruces espontáneas talladas en piedra
La Molina (Cabrales), Llanu Molín (Cabrales), Caliao (Caso), Samiguel del Río (Lena)
Lluces (Colunga)
Sarzol (Eilao)
Cruz en el pilpayu de un hórreo en Brañafria (Caso)
Cruces latinas en un ladrillo, Museo Etnográfico del Oriente de Asturias (Porrúa, Llanes)
Cimiano ( Peñamellera Baja)
Reja del palacio de Galcerán-Valdés en Chanuces (Quirós)
Col.lada (Tineo) y Samartin (San Martín d´Ozcos)
Panera de 1766 en Brañes (Uviéu)
Molino en Brieves (Valdés)
Ronderos (Quirós)
Xichón (Cangas del Narcea), Cuañana (Quirós), Coto de Buenamadre (Somiedo), Urria (Somiedo)
Alevia (Peñamellera Baja)
(Museo del Pueblo de Asturias, Gijón)
Cruces espontáneas pintadas
San Pedro d´Agüeira (San Martín de Oscos), Llaneces (Allande), Llebredo (El Franco), Coya (Piloña)
Panera fechada en 1878. Viella (Siero)
Reloj de sol fechado en 1783. Sobrefoz (Ponga)
Vil.ladestre (Cangas del Narcea)
Museo Etnográfico del Oriente de Asturias (Porrúa, Llanes)
Bocallave y tirador en Grandas de Salime (Grandas de Salime)
Cruz latina y cruces de San Andrés en Quintana (Salas)
Cruces en el moño de hórreos
Oubona (Tineo) y Samartín d´Ondes (Belmonte de Miranda)
Cruz patada en un corro de la Braña de La Mesa (Somiedo)
Las cruces en las cunas tenían como finalidad proteger a los bebés del mal de ojo
(Museo Etnográfico de Quirós y Museo del Pueblo de Asturias en Gijón)
Benia (Onís), Abándames (Peñamellera Baja), Felguera (Riosa) y Tarañes (Ponga)
Piñeiro de Riba (Taramundi), Dou (Ibias), Taramundi (Taramundi), Busto (Ibias)
El Condao (Laviana), Santibanes de la Fuente (Aller), Bada (Parres), Villamexín (Proaza)
La cruz es el más sencillo de los signos universales, dos
líneas que se entrecruzan en ángulo recto, cuya forma y significado varía según
el contexto.
Muy común en la Asturias tradicional, la cultura popular la
utilizó tanto en espacios interiores como exteriores, de forma esquemática o más
elaborada y decorativa, pero siempre con la misma finalidad: ahuyentar el mal.
En una sociedad aislada por la orografía, con una economía
de subsistencia y una sanidad precaria o inexistente, se hacía necesario proteger a personas, bienes y animales de lo
desconocido, ya fuera la lluvia, la tormenta, la sequía, el mal de ojo, el demonio, las brujas
o las ánimas, que para todo valía.
Así, las cruces que amparaban la casa, entendida en su sentido
más amplio, no se disponían al azar, sino que ocupaban un lugar visible del
edificio, preferiblemente en zonas que comunicaban el interior con el exterior.
Las podemos encontrar en puertas, ventanas y paredes de las casas y cuadras, en hórreos y
paneras... Pero también en fuentes y en objetos cotidianos, solas o sobre anagramas
y letanías, acompañadas de fechas y nombre del dueño del hogar. Pueden estar cinceladas
de forma planificada, con afán artístico o decorativo, o ser espontáneas, pintadas,
piqueteadas, trazadas con tiza… Independientemente de su ejecución más o menos
profesional, tienen un claro carácter mágico y protector.
Relegada actualmente al ámbito puramente religioso, aún
podemos encontrar muchos ejemplos del uso de la cruz en antiguas construcciones
que aún sobreviven en nuestra tierra.
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