Santa María del Conceyu o de la Oliva responde, estructural y espacialmente, a las formulaciones del románico tardío, por lo que sigue el esquema de nave única y cabecera cuadrada precedida de tramo recto.
La obra se proyectó en base a la combinación de figuras geométricas puras, ya que según San Agustín, la naturaleza fue creada por Dios de acuerdo al número y a la geometría.
En la transición entre la nave y la cabecera se pueden ver un arco toral con capiteles troncopiramidales invertidos y un arco fajón decorado con zig-zag sobre capiteles zoomorfos que separa los dos tramos del ábside.
Ménsulas de talla tosca y esquemática.
La única rosca del arco triunfal presenta en ambos extremos dos columnas con los capiteles unidos en una sola pieza, con una gran cabeza humana en posición central flanqueada por dos parejas de monos que sostienen entre sus garras unas figurillas humanas, representando la caida del hombre en las garras del pecado.
La portada meridional está formada por un arco de medio punto con dos roscas y guardapolvo.
Sus capiteles repiten los repertorios iconográficos de la portada occidental.
Vanos geminados del lado sur con arquillos de medio punto y dintel único con decoraciones geométricas.
La portada occidental es un arco ojival que enmarca la imagen de la Virgen, compuesto por cuatro arquivoltas decoradas y guardapolvo.
La imagen de la Virgen cuelga de la clave del arco de entrada, de modo que preside el acceso al interior del templo. Aunque puede ser considerada gótica, su estética es románica: frontalidad,hieratismo y rigidez.
Los fustes de las columnas son de tipo estatua-columna, derivados de la nueva estética gótica. Son cilindros ornamentados que llevan adosados pequeñas estatuas que fueron mutiladas durante la Guerra Civil. Se pueden identificar a Santa Catalina (tiene a su lado la rueda del martirio), a un ángel y a una mujer embarazada.
Los tres primeros capiteles de la izquierda representan escenas cinegéticas de la caza del jabalí, así como un gaitero, danzarinas y un cazador mordiendo los genitales a un jabalí. En el último capitel, dos leones devoran por los pies a una pequeña figura humana.
Imagen del gaitero.
En los capiteles del lado derecho se representan dos aves picoteando unas serpientes, para representar la salvación de las almas puras; el regreso al castillo de un caballero y su alcón; y otras escenas similares a las del lado izquierdo
La portada septentrional es un arco de medio punto con guardapolvo y capiteles imposta nacelados.
Canecillos.
Ventana absidal.
Santa María del Conceyu o de la Oliva (llamada así por el barrio en el que se ubica) fue construida entre finales del siglo XIII y principios del XIV, ligada a la Carta Puebla de Maliayo otorgada por Alfonso X en 1270 y costeada por los vecinos y el municipio, de ahí el apelalivo "del Conceyu". Además del culto religioso, en su pórtico se realizaban las reuniones del concejo.
Aunque su organización espacial y elementos decorativos son característicos del románico tardío, su mayor longitud, la tendencia a la verticalidad, los arcos apuntados y el rosetón del imafronte, son elementos de influencia gótica, por lo que se ubica dentro de las construcciones llamadas protogóticas.
El templo se reconstruyó a finales del siglo XV, cuando un incendio arrasó gran parte de la villa, motivo por el que los Reyes Católicos, en 1484, promulgaron un privilegio por el que concedían a los vecinos una renta anual para la reconstrucción de la villa.
Posteriormente, fue incendiado, transformado en refugio antiaéreo durante la Guerra Civil, y mutiladas las cabezas y manos de las estatuas de la portada occidental.
(Santa María de la Oliva está en Villaviciosa, capital del concejo de Villaviciosa)
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