En 1884 se localizó en las cercanías de la primitiva iglesia de San Juan de Beleño una estela dedicada por el vadiniense Aelio, a su hermano Septimio Silo. Los vadinienses, que eran de origen cántabro, debieron llegar a Beleño a través del puerto de Ventaniella, ya que era un pueblo dedicado a la trashumancia y al pastoreo.
En la estela, grabada en cuarcita, aparecen respresentados un caballo persiguiendo a un ciervo y el siguiente texto:
Monumento a los dioses Manes.
Elio se lo dedicó a su hermano Septimio Silo, vadiniense, muerto a los 35 años.
Que la tierra te sea leve.
[y en el cuerpo del caballo] a Lucio Septimio Silo que te vaya bien.
(De la traducción: Museo Arqueológico de Asturias)
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