Cornellana está atravesada por la carretera de Galicia en la antigua ruta que seguía el Camino de Santiago
Río Nonaya, que vierte sus aguas en el Narcea
Oficina del portazgo
Edificio neoclásico de 1835
Monasterio de San Salvador de Cornellana
El escudo del monasterio representa la leyenda según la cual la infanta Cristina se perdió siendo niña y fue encontrada en el cubil de una osa que la amamantaba
Paso obligado del Camino Primitivo a Santiago
Cornellana es lugar y parroquia del concejo de Salas, emplazada en la confluencia del río Nonaya con el Narcea. Posiblemente en este lugar existiera en època romana una villa rústica cuyo dueño se llamaba Cornelius, de quien la localidad tomó el nombre de Corneliana, ya mencionada en documentos del año 897.
A finales del siglo XI la villa estaba en poder del infante Ordoño, hijo de Ramiro III, que se casó con su sobrina Cristina, hija de Bermudo II y Velasquita. Al enviudar, la infanta se consagró a Dios, construyendo una iglesia en el mismo lugar de Cornellana, bajo la advocación de San Salvador. Al morir, sus posesiones se repartieron entre sus hijos. Su nieta Enderquina, casada con Suario Bermúdez, se propuso reunir todo el patrimonio de Cornellana, el cual entregó a los monjes de Cluny en 1122, que rehicieron el monasterio. Varios años después, el emperador Alfonso VII le concedió el privilegio de coto, quedando sus habitantes sujetos a la autoridad del abad, manteniéndose hasta 1827.
Según Luciano Castañón, sus habitantes son conocidos como "raniegos".
Tengo de cortar un roble
del campo de Cornellana,
que con las ramas no veo
los mis amores del alma.
Mucho se holgaría Grado,
e igualmente Cornellana,
si al pasar el buey Bonnet
el puente se desplomara.
(Bonnet, general francés)
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